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El Balneario Széchenyi es uno de los baños termales más grandes y famosos de Europa, y una de las joyas de Budapest. Situado en el corazón del Parque de la Ciudad, este impresionante complejo ofrece una experiencia única de relajación y bienestar
Inaugurado en 1913, el Balneario Széchenyi fue uno de los primeros baños termales de Budapest y sigue siendo uno de los más grandes de Europa. Diseñado en un estilo neobarroco por el arquitecto Győző Czigler, el balneario ha sido un lugar de relajación y curación durante más de un siglo. Las aguas termales que alimentan el balneario provienen de dos pozos profundos y son ricas en minerales beneficiosos para la salud.
El balneario lleva el nombre del estadista húngaro István Széchenyi, conocido como «el mayor húngaro» por sus contribuciones al desarrollo del país. Hoy en día, el Balneario Széchenyi es un símbolo de la tradición de los baños termales en Budapest y una atracción turística imprescindible.
El Balneario Széchenyi cuenta con 18 piscinas, tanto interiores como exteriores, que varían en temperatura desde los 20°C hasta los 40°C. Las piscinas exteriores son especialmente populares, incluso en invierno, cuando puedes disfrutar de las aguas termales mientras la nieve cae a tu alrededor. Las aguas termales que alimentan el balneario Széchenyi provienen de dos pozos naturales y cuentan con altas concentraciones de minerales como calcio, magnesio y sulfatos, que se cree tienen propiedades curativas y beneficiosas para la salud.
Además de las piscinas, el balneario ofrece una amplia gama de servicios, incluyendo saunas, baños de vapor, masajes y tratamientos de spa. También hay una piscina de olas y una piscina de nado para aquellos que deseen hacer ejercicio.
Una de las actividades más singulares en Széchenyi es jugar al ajedrez en el agua. Los tableros de ajedrez están situados en las piscinas exteriores, y es común ver a los lugareños y turistas participando en partidas relajantes mientras disfrutan del calor de las aguas termales.
El Balneario Széchenyi es considerado una de las atracciones turísticas más populares de Budapest. Este extenso complejo cuenta con 15 piscinas, incluidas 3 exteriores, que ofrecen vistas panorámicas de la ciudad. Las aguas termales, ricas en minerales, tienen propiedades curativas y son una de las principales razones por las que tanto locales como turistas visitan este lugar. Además de las piscinas, los baños Széchenyi ofrecen una variedad de servicios, como saunas, masajes y tratamientos de spa, proporcionando una experiencia completa de relajación y bienestar.
El tiempo que puedes pasar en los Baños Széchenyi depende del tipo de entrada que compres. Las entradas de día completo permiten permanecer en los baños durante todo el tiempo de apertura, mientras que las entradas de medio día permiten una estancia de 4 horas.
Los baños son conocidos por su limpieza y buen mantenimiento. El personal de limpieza trabaja con frecuencia para asegurar que las piscinas y las áreas circundantes se mantengan en buen estado. Sin embargo, debido a la gran cantidad de visitantes diarios, es posible que ocasionalmente veas algunos residuos de agua o suciedad.
El agua de los baños de Budapest puede tener un ligero olor a minerales, especialmente azufre, debido a su composición natural. Aunque se utiliza cloro para desinfectar las piscinas, el olor de los minerales puede ser perceptible y desagradable para la mayoría de los visitantes.
El Balneario Széchenyi está ubicado en el Parque de la Ciudad (Városliget), en el distrito XIV de Budapest. Se puede llegar fácilmente en transporte público, utilizando el metro (línea M1, estación «Széchenyi fürdő») y los autobuses (líneas 20E, 30, 30A, 105 y 230).
Széchenyi está abierto todos los días del año, generalmente desde las 6:00 a.m. hasta las 10:00 p.m., aunque los horarios pueden variar en días festivos. Es recomendable consultar el sitio web oficial para obtener información actualizada sobre los horarios. Ubicación
Las entradas para el Balneario Széchenyi se pueden comprar en la taquilla del complejo o en línea a través de su sitio web oficial. Existen diferentes tipos de entradas que varían según el acceso a las instalaciones y los servicios adicionales. Hay descuentos disponibles para estudiantes, jubilados y grupos, y los titulares de la Budapest Card también pueden disfrutar de un descuento en la entrada.
El balneario cuenta con vestuarios y taquillas para hombres y mujeres, así como cabinas privadas para cambiarse, proporcionando comodidad y seguridad para todos los visitantes.
A pesar de ser un sitio muy turístico, es sorprendente que muchos de los carteles y señales solo estén en húngaro, lo que puede hacer que la experiencia sea un poco desafiante para los visitantes internacionales. Sin embargo, la experiencia de sumergirse en las aguas termales, sentir el calor relajante y observar a las personas jugar ajedrez en las piscinas exteriores es algo que no se encuentra en muchos otros lugares. A pesar de algunos pequeños inconvenientes, la visita a los Baños Széchenyi es una experiencia rica en historia, cultura y relajación.
Sin duda alguna, la experiencia en este balneario es única y memorable. La arquitectura neobarroca es impresionante, desde los detalles ornamentales hasta la majestuosidad del edificio en sí. Al entrar, te recibe un ambiente de relajación y elegancia que parece transportarte a otra época. El contraste entre las piscinas interiores y exteriores es notable; mientras que en el exterior puedes disfrutar del aire fresco y las vistas del parque, las piscinas interiores, aunque menos atractivas debido a su olor a minerales que puede llegar a ser desagradable, ofrecen un ambiente cálido y acogedor.
Sin embargo, al ser uno de los lugares más populares de Budapest, puede estar bastante concurrido, especialmente en temporada alta. Aun así, el encanto de bañarse al aire libre en invierno, con el vapor elevándose en el aire frío, o disfrutar de una tarde tranquila en sus piscinas hace que la visita sea inolvidable. Para quienes buscan relajación y un toque de historia en su viaje, Széchenyi es una parada imprescindible.
Desde el momento en que entré al Balneario Széchenyi, sentí que estaba en un lugar especial. La imponente fachada neobarroca ya anticipaba que esta no era una visita a cualquier spa, sino a un sitio con historia y tradición. Al cruzar las puertas y ver las enormes piscinas humeantes rodeadas de edificios elegantes, supe que la experiencia sería única.
Sumergirse en sus aguas calientes mientras el aire fresco de Budapest rozaba el rostro fue una sensación indescriptible. En invierno, el contraste entre el calor del agua y el frío exterior hizo que el momento fuera aún más mágico, con el vapor creando una atmósfera casi irreal. Probé varias de las piscinas interiores, cada una con temperaturas y propiedades diferentes, y terminé la visita en la sauna, sintiendo que realmente había desconectado del mundo exterior.
Aunque había bastante gente, el ambiente relajado y la inmensidad del balneario hicieron que pudiera disfrutar sin problemas. Salí de Széchenyi con la sensación de haber vivido una tradición húngara en su máxima expresión y con la certeza de que, si vuelvo a Budapest, repetiré sin dudarlo.
He tenido la oportunidad de visitar el balneario Széchenyi en invierno y en verano, y definitivamente la experiencia en invierno ha superado a la de verano. Disfrutar de la piscina exterior mientras las temperaturas exteriores están a 3 grados Celsius es una experiencia increíble. El contraste entre el aire frío y el agua termal caliente crea una sensación única y revitalizante que realmente no se puede comparar con la visita en verano.
En verano, aunque el balneario sigue siendo impresionante, el calor exterior puede hacer que la experiencia sea un poco agobiante, ya que el alivio que proporciona el agua caliente no es tan notable. Por esto, si tienes la oportunidad, te recomiendo visitar los Baños Széchenyi en invierno para aprovechar al máximo esta joya de Budapest.
Para aprovechar al máximo tu visita al Balneario Széchenyi, aquí tienes algunos consejos útiles. Es recomendable llevar tu propio traje de baño, toalla y chanclas, aunque también puedes adquirir estos artículos en el balneario (a un precio bastante caro). Las instalaciones incluyen vestuarios y casilleros para guardar tus pertenencias de manera segura.
El balneario suele estar menos concurrido temprano en la mañana y en días laborables, por lo que estos son los mejores momentos para una visita tranquila. Si planeas visitar durante el fin de semana o en temporada alta, considera reservar tus entradas con antelación en línea para evitar las filas.
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No olvides hidratarte bien durante tu visita, ya que el calor de las aguas termales y las saunas puede ser deshidratante. Hay fuentes de agua potable y cafeterías dentro del balneario donde puedes comprar bebidas y snacks.
El Balneario Széchenyi no solo es un lugar para relajarse, sino también un escenario para eventos especiales. Durante el verano, el balneario organiza fiestas nocturnas llamadas «Sparty», que combinan la experiencia de los baños termales con música en vivo, luces y espectáculos visuales. Estas fiestas son muy populares entre los jóvenes y ofrecen una manera única de disfrutar del balneario.
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